La familia como primera institución socializadora, cumple un papel importante en la prevención de situaciones de riesgo, sobretodo cunado los hijos llegan a la adolescencia. El adolescente se encuentra en la encrucijada de ser independiente o seguir necesitando el afecto, compañía y guía de sus padres. A su vez, los padres sienten dificultad para establecer un equilibrio entre la búsqueda de autonomía de sus hijos y su función de protección y cuidado para integrarlos adecuadamente a la sociedad. Es por ello, que en ocasiones, los adolescentes se rebelan y se exponen a situaciones riesgosas poniendo en peligro su salud y en ocasiones hasta su vida.
Entre la situaciones de riesgo están: uso de drogas y el alcohol, inicio precoz de relaciones sexuales de manera casual y/o irresponsable e integración de pandillas juveniles que usan la violencia.
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